domingo, 31 de julio de 2011

Se apagó la antorcha pero queda la luz. Gracias maestra Joko.

Aunque había pensado no seguir escribiendo en este blog lo hago motivado por la emoción (aunque retrasada, pero bue...igual es emoción). A mediados de junio dejó de existir nuestra admirada maestra zen Charlotte Joko Beck, de cuyas citas está "plagado" este blog. El mejor homenaje: Reproducir  una cita (traducida) de Joko que nuestro maestro Jundo colocó en su post en nuestra Sangha en "Treeleaf zendo". Gracias maestra Joko. Quedas en nosotros.
"La vida nos da siempre el maestro que exactamente necesitamos. En cada momento.
Esto incluye cada mosquito, cada infortunio, cada luz roja, cada embotellamiento, cada supervisor (o empleado) malévolo, cada enfermedad, cada perdida, cada momento de gozo o depresión,
cada adicción, cada pieza de basura, cada respiración. Cada momento es nuestro gurú".

viernes, 25 de febrero de 2011

Como perros o gatos

La Maestra Zen Charlotte Joko Beck  con frecuencia muestra la imagen de lo que naturalmente somos (o eramos) para referirse a la senda por donde debemos buscar. Dice la maestra Joko:
"La práctica consiste en volver a ese estado natural. Ser una persona natural no significa convertirse en una especie de santo. No obstante, (en este estado...) al no tener una noción de ser separados del mundo, hay siempre una bondad y una corrección innata en todos nuestros actos. Nuestras dos manos, por ejemplo, no se comportan de manera inadecuada entre si, porque son parte de un mismo cuerpo...Nuestra vida, en contraste es muy antinatural. Nos sentimos separados del mundo y eso nos expulsa del Jardín del Edén..."

Esto, imagino, debe tener relación con lo que lo que un antiguo koan nos pintaba como tratar de ver nuestro “rostro original”, o con la budeidad que todos llevamos dentro pero no podemos ver. Este no es un concepto que parezca fácil de entender: ¿Cómo podemos no ser como en realidad somos?. Un ejemplo que se me ocurre puede ayudarnos a entender mejor este concepto podría ser el de los los perros y los gatos, y que la Maestra Joko grafica bien al responder a uno de sus alumnos:
“Estudiante: Pienso que el hombre natural podría ser como mi gato, que se pasa la vida comiendo, durmiendo y haciendo lo que se presenta a cada momento, sin conciencia alguna y sin pensar en ello.
Joko: Esta descripción es bastante acertada. Los perros no serían un buen ejemplo porque nosotros los convertimos en lo que deseamos, pero los gatos son más independientes, más parecidos al hombre natural.”

sábado, 19 de febrero de 2011

Los cuatro mundos

Al respecto del mundo en el que nos movemos, dice la Maestra Zen Charlotte Joko Beck:
“Pero nosotros no vivimos de acuerdo con el sentido común…No deseamos aterrizar, eso no nos gusta para nada. Pero gústenos o no, la vida está hecha de una gran cantidad de cosas desagradables…”

Entonces, como dice la maestra Joko:
“El tedio de la vida cotidiana es el desierto por el que vagamos errabundos, buscando la Tierra Prometida.  Nuestras relaciones personales, nuestro trabajo y todas esas pequeñas actividades indispensables que no queremos realizar (Viernes de samu!! J) son el regalo… Este tedio es en realidad el rostro de Dios…Todo ello es la tierra prometida”
(…continuará)

jueves, 3 de febrero de 2011

Pintar o demoler?

Reconozco que en mi vida no he sido muy amante de pintar paredes para embellecer mi morada. Pero lo que si he hecho, y con gran placer, no voy a negarlo, es planificar, organizar y disfrutar en tribuna preferencial, demoliciones y reformas para edificar algo que sus antiguos ocupantes no reconocerían. Creo que ello me acerca más a lo que dice la Maestra Zen Charlotte Joko Beck:
“Hoy en día describimos el crecimiento personal con palabras como cambio y transformación. Buena parte de ese discurso es tonto y refleja muy poca comprensión real del asunto… muchas veces, el “crecimiento personal” …es un cambio superficial, como colocar un asiento más en la sala…Estamos aquí para retocar ligeramente nuestro modelo actual; y si el vehículo de nuestra vida es gris oscuro, buscamos pintarlo de color lila o rosa. Pero la transformación implica que el vehículo pueda desaparecer del todo, o quizás en lugar de un vehículo sea una tortuga. Sin embargo no deseamos siquiera oir hablar de semejantes posibilidades…”

En palabras de la maestra Joko:
"La práctica, el camino de la transformación, es un cambio lento hacia una nueva forma de estar en el mundo. Este camino puede ser terapéutico, claro está, pero ese no es su propósito…emana de una voluntad que se desarrolla lentamente a través del tiempo y que quiere ser lo que la vida nos pide que seamos.”


 

Dar aunque duela (o porque duele)

Es curioso que leyendo a la Maestra Zen Charlotte Joko Beck, descubrí que dar también podía ser una práctica espiritual:
“Los nuevos practicantes suelen tener ideas egocéntricas sobre la práctica: “Practicaré para lograr la iluminación”, etc.. Pero al contrario, la práctica consiste en dar, dar y dar. Sin embargo cometemos un error si adoptamos eso sencillamente como otro ideal…no debemos dar para conseguir los resultados que deseamos. Sin embargo, la mayoría de nosotros confundimos el acto de dar con motivos egocéntricos…”

Esas últimas líneas del texto citado nos alertan sobre el hecho de que no siempre el dar tiene la carga romántica que se le suele atribuir. Entonces como saber cuando dar y cuando no?. La maestra Joko dice:
“La práctica se trata en realidad de dar, aunque eso es algo que puede interpretarse equivocadamente, y por lo tanto debemos tener cuidado…¿Debemos dar a los otros todo lo que desean? A veces si y a veces no. En ocasiones debemos decir no, o sencillamente abstenernos de intervenir…No hay una fórmula y por eso necesariamente cometeremos errores, y está bien. Practicamos con los resultados de nuestros actos y eso toma tiempo. Quizas al cabo de muchos años comencemos a comprender la naturaleza del dar.”
Y como decía mi antigua sensei Jisen San: “En el budismo, quien da agradece por la oportunidad de dar.”.

martes, 25 de enero de 2011

Apego a tus propias ideas sobre el apego

Tantas escuelas y muchas tan diferentes. Como escoger? Como dice el Maestro Zen Hogen Yamahata:
“Todos los preciados, importantes e irreemplazables ideas, imágenes o principios personales básicos son como espuma en la superficie de nuestro torrente conciente…El hecho en si al que debemos despertar es que no hay nada mejor que no tener nada…ni siquiera estimados principios filosóficos en nuestras cabezas.”
O como dice la Maestra Zen Charlotte Joko Beck, nuestro punto de vista por lo general “se limita a seguir las necesidades de nuestro ego”, y ello, en sus propias palabras no se conseguirá remontar con esta o aquella filosofía, doctrina o religión, sino con años de práctica “en la que cada vez estemos más dispuestos a tomar conciencia de lo que sucede (…) de los pensamientos que engendran emociones (…) y nos aprisionan en nuestras obsesiones”. Trabajando con lo que nos ocurre en cada momento hasta despertar al hecho de que “todo está bien como está”. Ese es el gozo.

La asombrosa muerte

Como dice la Maestra Zen Charlotte Joko Beck, uno de los mayores logros que podemos alcanzar con la práctica es ver el milagro en cada cosa que acontece en nuestras vidas, y reconocer el gozo en todo lo que nos ocurre, tanto en las cosas buenas como malas (de hecho, la mayor ilusión es creer que hay algo totalmente malo o totalmente bueno), e incluso en la muerte :
“El gozo es exactamente lo que sucede en cada segundo, pero sin la carga de nuestra opinión. Sólo gozo…Cuando nos quedamos en la percepción en lugar de dejarnos arrastrar por la evaluación, podemos descubrir que el gozo puede ser cualquier cosa, porque la realidad última, no sólo de la práctica sino de la vida, es el gozo... Por ello debemos estar dispuestos a realizar esta práctica, no sólo cuando estamos “sentados” sino en todos los momentos de la vida.”