Reconozco que en mi vida no he sido muy amante de pintar paredes para embellecer mi morada. Pero lo que si he hecho, y con gran placer, no voy a negarlo, es planificar, organizar y disfrutar en tribuna preferencial, demoliciones y reformas para edificar algo que sus antiguos ocupantes no reconocerían. Creo que ello me acerca más a lo que dice la Maestra Zen Charlotte Joko Beck:
“Hoy en día describimos el crecimiento personal con palabras como cambio y transformación. Buena parte de ese discurso es tonto y refleja muy poca comprensión real del asunto… muchas veces, el “crecimiento personal” …es un cambio superficial, como colocar un asiento más en la sala…Estamos aquí para retocar ligeramente nuestro modelo actual; y si el vehículo de nuestra vida es gris oscuro, buscamos pintarlo de color lila o rosa. Pero la transformación implica que el vehículo pueda desaparecer del todo, o quizás en lugar de un vehículo sea una tortuga. Sin embargo no deseamos siquiera oir hablar de semejantes posibilidades…”
"La práctica, el camino de la transformación, es un cambio lento hacia una nueva forma de estar en el mundo. Este camino puede ser terapéutico, claro está, pero ese no es su propósito…emana de una voluntad que se desarrolla lentamente a través del tiempo y que quiere ser lo que la vida nos pide que seamos.”
De ahí la necesidad de la práctica constante en "ver" que como indica Joko Beck "la vida apacible al igual que el cambio mismo significa sentir el dolor punzante en las piernas, escuchar(...) Refugiarse simplemente en la experiencia misma. Hasta el dolor cambia ligeramente segundo a segundo"
ResponderEliminarY ver implica dejar que sean los ojos de la vida los que aniden en tus cuencas y aprecian cosas que tú no mirarías, y las piernas de la vida las que te movilizan a senderos que tú no recorrerías, y aceptar que lo que pase alrededor no siempre es lo que deseas, pero siempre es lo que necesitas. Besos, Sen
ResponderEliminar